lunes, 7 de octubre de 2019

Pronóstico

Pronóstico.

    La tarde daba para caminar, era viernes y quería pensar qué hacer con mi tiempo libre. Así que decidí dar una vuelta por el barrio antes de encerrarme en mi departamento.

Plin, plum, plaf.
—¿Ya estás acá?
—Es el momento propicio para que comiences a aprender otro idioma, Laia.
—¿Y quién te pidió concejos? borráte.
—Es algo que siempre soñaste hacer, así que dale para adelante.
—¡No me alientes! ¡Odio eso!  Rajá, No te necesito.
—Andá a un boliche con tus amigas, Laia. El Sol dice que van a bailar hasta el amanecer.
—Quiero caminar estas cuadras a solas. Desconectate, por favor o te desintegro.
Plaf, plum, plin.
—Bien.
Plin, plum, plaf.
—¡Oh, no! ¡Otra vez!
—Tomá las riendas, Laia y planificá una salida con tu pareja.
—¡¿Eh?! ¡¿Qué decís?!
—Bruno estuvo tan ocupado que, a pesar de sus ganas, no tuvo tiempo de organizar ningún plan de a dos.
—¡Encima lo defendés! ¡Qué sabés vos de ése, plasma descerebrado! ¡Hace una semana que no le hablo! ¡Seguro que ya se transa a otra! Te desintegro ya, plástico de mierda...
—No no. Plaf, plum, plin.
—Ah. Sabés donde te aprieta el zapato ¿no?

    Hubiese caminado unas cuadras más, pero el plástico me cagó la tarde. Así que pegué la vuelta. ¿Por qué carajo lo aguanto todavía?


No hay comentarios:

Publicar un comentario