Microprocesador.
—Derretí
la manteca con el chocolate en el microondas.
—El
que me derrite sos vos, bombón.
—Yani,
no te distraigas. Mezclá los huevos con el azúcar blanca y con la
negra, sin batir.
—Ok.
—Fusioná
ambas preparaciones...
— ¡Fusioná!
¡guau! ¿Sos un físico o un cocinero?
—Por
favor, Yani, dejáme continuar.
—Sí,
dale.
—Agregá
la harina tamizada.
—¿Y
si no la tamizo?
—Se
formarán grumos. Ahora volcá el contenido en un molde untado con
manteca y llevá a un horno medio.
—Y
un horno medio ¿es?
—180
grados centígrados.
—Ajá.
—Cociná
durante 25 minutos.
—25
minutos, bien. Y mientras se cocina ¿qué hacemos?
—Dejá
enfriar...
—Yo
voy a seguir a 180 grados...
—Yani,
por favor. Luego colocá la preparación en una procesadora con el
ron.
—No
tengo ron. ¿qué tal oporto?
—Se
altera la receta original.
—No
me importa. Ahí van dos vasos... mejor cuatro; que tal.
—Como
desees. Procesá hasta que se forme una masa uniforme.
— ¡Vos
sos una masa uniforme!
—Por
último, formá bolitas y pasálas por cristales de azúcar.
— ¡A
tus bolitas las voy a pasar por cristales de azúcar!