sábado, 4 de marzo de 2017

DISCURSO DIFERIDO

DISCURSO DIFERIDO.
Por
Hugo Rodríguez.

Miércoles 16. 05.00 AM.

¡Son extraterrestres! ¡Su piel es oscura! ¡Y eso es suficiente para nosotros! ¡Suficiente para que le volemos la cabeza! ¡Pero si quieren más! ¡Les diré, soldados! ¡Viven bajo la tierra como gusanos! ¡Habitan en las cloacas! ¡En los desagües! ¡Y se arrastran como gusanos! ¡No vinieron de turismo a nuestro planeta, no señor! ¡Ni por nuestros recursos naturales! ¡Tampoco vinieron por nosotros! ¡Ni por nuestras mujeres! ¡No, soldados! ¡Los malditos vinieron por nuestra materia fecal! ¡Así es! ¡Los extraterrestres son unos inmundos come mierda! (Nunca creí que diría esta frase). ¡Y no estamos dispuestos a que se lleven nuestra mierda! ¡Es nuestra y punto!

Sabemos que hay una cantidad importante de ellos en los desagües de la ciudad. Aquí tenemos algunas fotografías de los gusanos, tomadas en las cloacas. No son muy buenas y no se los puede ver bien. Pero en este esquema, en este retrato hablado, aquí sí, podemos tener una idea de los feos que son ¡Y los malditos huelen igual de feo! ¿Verdad que no desearían que sus hijas se los presentaran como sus novios? Bien, soldados. Ahora deben saber, que esas sanguijuelas del espacio han desarrollado la capacidad de mutar. Sí. Los inmundos pueden cambiar de aspecto. Los malditos pueden parecerse a nosotros, en especial a gente indigente, ya saben: niños desnutridos, mendigos, viejos harapientos. Conocen dónde pegarnos.

¡Pero ustedes, soldados! ¡Son la elite! ¡Son profesionales! ¡Y no se dejarán engañar por los alienígenas! ¡No vacilarán en ponerles una bala entre las cejas! ¡Así sea un niño! ¡O una mujer con un bebé en brazos! ¡O un viejo mendigo! ¡Vuélenle la cabeza! ¡Por Dios! ¡Por la Patria! ¡Por la familia!

Lunes 21. 05.00 AM.

La acción de la semana pasada ha sido todo un éxito. Los felicito, muchachos. Los extraterrestres han tenido su merecido. Sabemos que ha habido sobrevivientes, pero que ya no merodean las cañerías. Se han ocultado en el barrio humilde de la ciudad. Valiéndose de su camuflaje. Son pocos, porque ustedes han liquidado a la mayoría, pero sabemos de su capacidad de reproducción. ¡Esas bestias paren como conejos! ¡Han colmado su planeta! ¡Han agotado sus alimentos! y por eso ¡ahora comen mierda! La ciencia se ha puesto al servicio de esta guerra, como debe ser. Nuestros doctos han encontrado el medio para detectarlos desde los satélites. Logramos reconocer su ADN. En este mapa satelital de nuestra ciudad, como pueden ver, aparece como una mancha roja la zona ocupada por ellos y coincide con casi la totalidad del barrio: 20 cuadras a la redonda. ¡Vaya, qué se reproducen rápidos estos gusanos!

Dentro de ocho horas arrojaremos una bomba, allí, justo en el centro del barrio. Ustedes son los primeros en conocer esta decisión. Habrá daños colaterales. Para el Comando Mayor no fue fácil. Evacuaremos a los ciudadanos que habitan cinco cuadras más allá del perímetro; la situación requiere de estos sacrificios.

¡Volaremos esa mancha roja del mapa! (Nunca creí que diría esta frase). ¡Dios está de nuestro lado, soldados! ¡Por la Patria! ¡Por la familia!

Meses después. 05.00 AM.

Me hubiese agradado, soldados que nuestro encuentro de hoy se hubiese dado en un contexto más optimista. No pudimos prever que la capacidad de reproducción de nuestro enemigo fuera tan vertiginosa. Como pueden observar en esta imagen satelital, el mundo, ahora es rojo. (Nunca creí que diría esta frase). Sólo en ese punto insignificante, lo ampliaré un poco, ése, de 20 cuadras a la redonda, es el único lugar libre, y lo digo con toda la grandeza de la palabra, libre del dominio invasor. Y en ese punto estamos nosotros, sobreviviendo en casas precarias, vistiéndonos con harapos, sufriendo la hambruna de nuestros niños, de nuestros mayores. Ocultándonos en las cañerías, en las cloacas, arrastrándonos...eh...arrastrándonos…eh. Por Dios. Por la Patria. Por la... ¡Mierda!


Fin.

AGRESIÓN