martes, 1 de noviembre de 2022

Sueño Digital radio historieta

 


Sueño Digital

Radiohistorieta


Voces


Protagonistas

Débora Cortés: narradora sexy.

Héctor Mendeléyev: detective del ciberespacio.

Alicia Kercher: mantenida de Demetrio.

Demetrio: cafiolo.



Secundarias.

Patovica.

Voz electrónica femenina

Voz sintética masculina.

Max: barman.

Alicia-vieja.


Operador: música de fondo (blues estaría bien). Si te animás a una ambientación urbana, dale.

Débora: Es el siglo XXIII y en este siglo, la realidad virtual se ha convertido, para muchos y muchas, en el mejor lugar donde vivir. Es sábado por la noche en la ciudad. Los aeroautos trasportan noctámbulos que buscan diversión. Lugares donde beber unas copas en buena compañía. Las puertas del bar 'Multiverso' se abren para recibirlos... y también para echarlos...

Patovica: ¡Fuera, gordo deforme! ¡Y no vuelvas! ¡No queremos gente como vos por acá!

Operador: punch (el gordo cae al piso). Puerta que se cierra. Se levanta, jadea y se sacude la ropa, así que, golpeteo.

Héctor: Oh, ah; andate a la mierda (para sí).

Operador: pasos que cojean y jadeos. Sigue el blues.

Débora: Bueno, al gordo no le quedó otra que regresar a casa. Se trata de Héctor Mendeléyev, como el de la tabla, pero este es un nerd, calvo, cincuentón, le remplazaron el brazo izquierdo por uno biónico, rengo y por supuesto, rollos de grasa por donde lo mires. Desde ya, cero mujeres.

Operador: pasos que cojean y jadeos. Sigue el blues.

Débora: Héctor es héroe de guerra o un sobreviviente, como dice él. Lo llenaron de medallas que cuelgan en la pared de su cuarto. El tipo se dedica a la investigación; sí, es detective, pero del ciberespacio. No le va mal, es bueno en esto: crea su propio software.

Por fin, Héctor llega a un callejón de los suburbios. Entra a un edificio y se mete en el ascensor.

Operador: pasos que cojean y jadeos. Sigue el blues. Ascensor que se abre. Pasos y ascensor que se cierra. Traqueteo de ascensor como fondo...

Débora: Para algunos es más fácil encontrar el amor alejado de los corazones palpitantes del mundo real. Un lugar en lo más profundo de nosotros que encierra el secreto de quiénes somos...

Operador: Puerta de ascensor que se descorre. Pasos y jadeo con eco. Puerta de ascensor que se cierra.

Débora: Héctor tiene su departamento en el subsuelo y en el vidrio de la puerta hizo pintar: investigador virtual. El tipo es un clásico.

Operador: Puerta que gruñe al abrirse. Puerta que gruñe al cerrarse. Pasos que cojean y jadeo. Chau blues. Silencio.

Débora: El sucucho es una mierda y huele a mierda. Hay un sillón gastado, enorme y, por supuesto, allí se desploma el gordo.

Operador: bueno, fijate, el gordo se sentó...pluf. Jadeos. Tecleo.

Débora: frente a él, una mesa repleta de porquerías, el monitor, el teclado, el mouse y el casco de realidad virtual. Se lo calza. Pincha una tecla y chau... al ciberespacio.

Operador: tecla y un ruido (¿un láser?) que nos traslade al ciberespacio.

Operador: Ahora las voces con eco. Música tecno sensual de fondo, murmullos (estamos en el bar Multiverso, versión ciber).

Débora: Uh. El Multiverso versión ciber. No está mal. Allí está Héctor, convertido en un boxeador... ridículo. Pero aquí todos son ridículos, por qué aquí, en el mundo virtual, cualquiera puede ser cualquiera. Como aquella hermosa geisha que bebe sola en la barra: es el avatar de Alicia, y Alicia es... bueno, ya la conoceremos. Como decía, la geisha Alicia bebe sola y es que a veces las mujeres hermosas nos quedamos solas: la belleza resulta tan intimidante para un hombre. Alicia le puso el ojo al boxeador Héctor y Héctor se sentó al lado de ella.

Héctor: Uno doble.

Operador: Mientras sigue la música, agregá ruidos electrónicos.

Débora: Bueno, los chicos se miran con entusiasmo. La geisha atrevida le toca el guante, sí, el boxeador lleva los guantes puestos. Lo mira a los ojos y... listo.

Alicia: ¿Alquilamos una habitación?

Débora: La japonesa no pierde tiempo.

Operador: Ruidos electrónicos. La música tecno se funde con una de aire oriental. Cesan los murmullos. Estamos en el telo, ¿sí?

Voz sintética femenina (sensual): Bien venidos al hotel Encuentros Cuánticos. Que pasen un inolvidable momento.

Débora: la pareja lo hizo bien. El mundo virtual tiene esas ventajas. Estas cosas salen más que perfectas.

Héctor: Tenés gran capacidad de amar.


Alicia: ¿Los sentís?


Héctor: Desde luego. El amor viaja a través de los cables si estás conectada.


Alicia: ¡Oh! También lo siento.


Héctor: Dicen que aquí se refleja lo que hay en tu interior y debés tener un corazón muy dulce.


Alicia (llora):


Héctor: ¿Qué te pasa?


Alicia: Nada. Es solo que... nunca había oído palabras tan bonitas. En el mundo real, los hombres no ven el corazón que hay detrás de mi físico.


Héctor: Te entiendo. Pero cuando te escaneo solo veo a alguien con mucho amor que dar y nadie para compartirlo.


Alicia: ¡Oh! A veces cierro los ojos y sueño que hay una manera de no tener que volver nuca al mundo real. Solo aquí junto a ti me siento en paz.


Operador: Mientras sigue la música, golpes ala puerta.

Héctor: ¿Qué pasa? ¿Ocurre algo?


Operador: Por un momento salimos del mundo virtual. Sacamos el eco y la música. Golpes a la puerta.

Demetrio: ¡Che, Alicia! ¿Estás ahí? ¡Alicia! (golpes a la puerta) ¡Vamos, nena! ¡No me hagas esto!


Operador: volvemos al mundo virtual. Todo con eco. Golpes ala puerta.

Alicia: ¡Oh! Volveré.


Héctor: No. Esperá.


Alicia: Desconectar.


Operador: Efecto de desconexión (láser). Volvemos al mundo real, fuera eco. Golpes a la puerta.

Débora: Estamos en el cuarto de Alicia. Lujoso. Alicia, una chica lujosa, permanece sentada frente a la PC. No puede quitarse el casco, lleva mucho tiempo conectada.

Operador: Golpes a la puerta.

Demetrio (lejano): ¡Alicia!

Débora: Alicia insiste con el casco y por fin consigue quitárselo. Se pone de pie y el deshabillé que luce deja ver su figura: muy buenas curvas.

Operador: Golpes a la puerta.

Demetrio (lejano): ¡Alicia!

Alicia (con lloriqueo): Abrir la puerta.

Operador: Siseo ostentoso con campana, como si se abriera la puerta de un ascensor.

Voz sintética masculina: Buenas noches.

Débora: El que acaba de entrar es Demetrio: el cafiolo: traje a rayas, dos talles más grande; el pelo gelatinoso: las manos con más anillos que dedos y le brilla un diente de oro cada vez que finge una sonrisa. Un clásico. Pero dejemos esto y vallamos un rato al cuchitril de Héctor, que se acaba de desconectar.

Operador: láser inverso y algo parecido a un motor que se detiene.

Voz electrónica femenina: Desconectado de la red. ¿Reconecto?

Héctor: No. Estoy cansado.

Voz electrónica femenina: Has estado conectado 12 horas y 21 minutos. La exposición recomendada es inferior a 5 horas.

Héctor: Lo sé. Lo sé. Estaré un rato en modo sleep.

Operador: Pasos que cojean y jadeo. Luego un bostezo y finalmente ronquidos.

Débora: Bien, lo dejamos al gordo detective dormir y regresemos con Demetrio y Alicia.

Demetrio: ¿Por qué te fuiste tan pronto? Creí que lo estábamos pasando bien.

Alicia (enojada): Vos lo pasabas bien. Yo ni hablar.

Demetrio: Así que me dejás plantado para pasar la noche metida en tu cibermundo.

Alicia: Allí no me tratan como una mierda. Todos los hombres allí son amables.

Demetrio: ¿Qué, tenés un amorcito cibernético o es que te vas con el primer avatar que conocés?

Alicia: Jamás lo entenderías.

Demetrio: ¡Desde luego que no lo entiendo! ¡Nadie deja plantado a Demetrio!

Demetrio: Pero no hay razón para enojarse, aún podemos hacer que esta noche no sea un completo fracaso. Tomá, un regalo. Te gustará.

Operador: un sobre que se abre.

Alicia: Una cirugía gratis, que detalle.

Demetrio: Solamente quiero que seas feliz. A una chica le sube la autoestima hacerse un retoque de vez en cuando.

Alicia: Vos deseás una muñeca de plástico con la que jugar.

Demetrio: Podría extirparte ese mal genio que tenés.

Operador: Sobre que se rompe.

Demetrio: No te entiendo; te doy todo lo que querés: ropa cara; joyas; un piso. lo que te pido a cambio es que te cuelgues de mi brazo en ciertas ocasiones.

Alicia: ¡Estoy harta de ser tu juguete, Demetrio! ¡Prefiero morir!

Demetrio: Sería penoso que este cuerpo se echara a perder. Ojalá hubiera una manera de deshacerse de su dueña.

Alicia: ¡No me toques! ¡Andate, Demetrio! ¡No quiero verte más!

Operador: La puerta-ascensor se abre.

Demetrio: ¡Solo sos una zorra estúpida! ¡Sabés que podría tener a cualquier mujer que quisiera!

Alicia: ¡Contratá a quien te parezca! ¡Este trabajo me da asco!

Voz sintética masculina: Buenas noches.

Operador: La puerta-ascensor se cierra.

Demetrio: Si querés seguir jugando con ese aparato, adelante. Ya veremos lo buena que sos en realidad. Ja, ja.

Operador: Pasos que se alejan.

Débora: La joven Alicia oye a través de la puerta que los pasos de Demetrio se alejan. Entonces se apresura a sentarse a la computadora.

Alicia: Reanudar programa.

Operador: láser. Regresamos con el eco. Música oriental.

Débora: Héctor ya no está en el bar Multiverso, pero le dejó un correo.

Operador: plin, se abrió el correo.

Héctor: Lo siento, no podía esperar. Volveré a conectarme mañana a la misma hora. Escuchá. Si decías en serio lo de dejar el mundo real...(baja la voz) hay una manera. Se llama: escaneo cerebral. Pero creo que es muy peligroso.

Alicia: ¡Por favor, contámelo! ¡Debo saberlo!

Operador: plin, se apagó el correo.

Alicia (llora): no, no.

Operador: bajá la música oriental hasta fundirla con ambiente urbano. El motor del aeroauto de Demetrio que se acerca y luego se detiene.

Operador: Silencio. Puerta del aeroauto que se abre. Pasos. Puerta que se cierra. Ascensor que se abre. Pasos con eco. Ascensor que se cierra. Pasos con eco se detiene.

Débora: Demetrio conduce su aeroauto hasta el domicilio de Héctor. Se detiene en el callejón. Entra al edificio y Toma el ascensor hasta el pasillo del subsuelo. Se para ante la puerta.

Demetrio: Investigador virtual.


Operador: Se abre la puerta quejosa. Pasos.


Débora: Héctor no se ve y Demetrio recorre la pocilga. Se detiene ante las medallas, la foto de Héctor con uniforme y el diploma de detective virtual. Se descorre la cortina y surge la figura grasosa del investigador del ciberespacio (lo dice con burla).

Héctor: ¿Puedo ayudarlo?


Demetrio: Quizá. Soy Demetrio y usted Héctor Mendeléyev: un héroe de guerra.


Héctor: Los héroes murieron, soy un superviviente ¿Qué necesita?


Demetrio: Es el mejor detective virtual, además del autor del código de red neuronal.


Héctor: En parte. No recibo muchas visitas.


Demetrio: Ya, no me sorprende. Bien, este caso es bastante delicado. Vea esta foto. Es Alicia.


Héctor: Es muy bonita.


Demetrio: Era mi prometida. Murió hace dos semanas. Un lamentable accidente.


Héctor: Lo siento, pero no trabajo el mundo real. Mi labor es estrictamente virtual.


Demetrio: Ahí está el asunto. Alicia creó un avatar para hacerme compañía cuando yo trabajaba en la red y ahora que no está, deseo cancelarlo.


Héctor: El avatar, ¿no se deja cancelar?


Demetrio (se descontrola): ¡Esa zorra binaria me está causando bastantes...! (se calma) problemas.


Héctor: Y dígame ¿cómo es su avatar?


Demetrio: Cambia continuamente. Se oculta. Lo último que sé es que estaba en un local llamado Multiverso.


Héctor: Lo conozco. ¿Seguro que está muerta? ¿Conoce las consecuencias de cancelar un avatar que está en uso?


Demetrio: No. Dígamelo.


Héctor: Dicen que fríe el alma del usuario. Lo deja en blanco, sin más sentimientos que un montón de arcilla.


Demetrio: No me diga.


Héctor: Buscaré el proxy de su prometida, pero me llevará tiempo. Mientras tanto, haré un reconocimiento.


Operador: Teclado.


Demetrio: ¿Es lo que hace todo el día? ¿No tendrá mucha vida social? ¿Qué hay en ese pendrive?


Héctor: Software de búsqueda de red neuronal.


Demetrio: ¿Y usted hizo eso?


Héctor: ¿Tiene usted un avatar?


Demetrio: He registrado uno. Está en este pendrive. Métame allí.


Héctor: Está bien.


Operador: teclado y láser. Todo con eco. Algo de tecno suave y ambiente de bar.


Héctor: Un tiburón. Bonito traje. ¿Es a medida?

Demetrio: No se burle, boxeador. Lo contraté para rastrear un programa, así que, vamos.


Operador: Seguimos con el tecno suave y ambiente de bar, agregamos pasos.


Demetrio: Está por aquí, puedo olerla.


Débora: Alicia-Geisha está en la barra y se alegra de ver a su boxeador, pero se sorprende cuando reconoce al tiburón-Demetrio. De inmediato, Alicia cambia su avatar...

Operador: láser.


Débora:... por una pegajosa vieja bigotuda. El tiburón Demetrio se le acerca y la huele.


Alicia-vieja (con voz áspera y grave): ¿Bebemos algo, encanto?


Demetrio: Bah.


Héctor: No se separe de mí y mantenga la boca cerrada.


Operador: Pasos.


Débora: el boxeador y el tiburón se acercan al barman.


Héctor: Hola Max, estamos buscando un avatar.


Demetrio: Es una belleza francesa, pero podría estar cambiando. ¿Vio algo parecido?


Operador: Láser.


Barman: ¡¿Usted cree que eso me importa?!


Demetrio: ¡Escuchame bien, cara de culo estreñido, decime dónde está o te doy un mordisco!


Débora: El boxeador usa su fuerza y aleja al tiburón de la barra.


Héctor: Muy diplomático. A partir de este momento hablaré yo.


Débora: Bien, Héctor decidió tomar el toro por las astas o al tiburón de los colmillos, como sea, el tiburón regresó hasta el avatar de Alicia: la vieja bigotuda, y la olfateó con más detenimiento.


Operador: snif, snif.


Débora: Alicia no soportó al tiburón de Demetrio y se marchó.


Operador: pasos.


Débora: Alicia regresó a su avatar de geisha y en ese momento...


Demetrio; ¡Es ella! Grrrr.


Alicia: ¡aaaah!


Operador: pasos rápidos.


Héctor: ¡Desconectar! ¡Ahora!


Operador: Láser. Sacamos el eco.


Demetrio: ¡Por qué carajo hizo eso! ¡Ya casi la tenía!


Héctor: Será casi 'lo' tenía.


Demetrio: Es lo mismo. No será uno de esos sensibleros que creen que los programas tienen sentimientos.


Héctor: Tienen un código muy sofisticado.


Demetrio: Me importa un carajo. Quiero que borre a esa zorra. ¿De acuerdo?


Héctor: Recoja su maldito dinero, no haré negocios con usted.


Demetrio: ¡Puto gordo asqueroso! ¡No lo necesito! Me llevo el pendrive con el software de búsqueda. La borraré yo mismo.


Héctor: Deme eso. Me pertenece.


Demetrio: Bah. Ya te tengo nena.


Operador: Pasos y puerta que se abre y cierra.


Voz electrónica femenina: Sujeto identificado: Alicia Kercher.


Héctor: ¿Está muerta?


Voz electrónica femenina: Negativo.


Héctor: Avisale para que se desconecte.


Voz electrónica femenina: Acceso a sujeto bloqueado. Intentando forzar entrada. Hay un marcador en el sector de red 3-7-0.


Héctor: Llevame.


Héctor: Hola, Max.


Max; ¿Seguís buscando ese avatar?


Héctor: ¿Lo viste?


Max: Regresó. Te dejó esto.


Héctor: ¿Un abanico?


Max: abrilo.


Operador: Siseo.


Alicia: ¡No puedo creer que hayas traído a Demetrio: ¿Era una trampa? Por qué no puedo creerlo. No sé si confiar en vos. Pero si en realidad sentías lo que me dijiste..., tomá el teletransporte hacia el ordenador central.


Operador: Siseo (se cerró el abanico).


Operador: Láser (el boxeador se desintegra en el teletransporte). Láser (el boxeador se integra). Se va el ambiente de bar y el tecno. Ahora: Láser, láser, láser. Música oriental.


Héctor. Alicia.


Alicia: ¡Qué estabas haciendo con Demetrio? ¡Decímelo!


Héctor: Demetrio me contrató para que borrara un avatar. No sabía que fueras vos.


Alicia: Demetrio está... está...


Héctor: Intentando matarte quemando tu memoria.


Alicia: ¿Para de esa manera poseer mi cuerpo?


Héctor: ¿Cuánto tiempo llevas conectada?


Alicia: No me desconecté.


Héctor: ¡Tenés que desconectarte!


Alicia: ¡No pienso volver! Dijiste que había una manera. ¡Una manera de quedarse aquí dentro!


Débora: Oh, oh. Hay problemas. Apareció el tiburón de Demetrio.


Operador: Música tensa.


Alicia: ¡Aaaah!


Demetrio: Ya te tengo, zorra y a tu amiguito, el gordo, también.


Débora: El boxeador hace de boxeador...


Operador: ¡Punch! (es una piña).


Demetrio: ¡Ah! Carajo.


Operador: Cesa la música tensa. Ambientación de fábrica; producción en serie, pero ciber ¿se entiende? Pasos (los de la geisha y los del boxeador),


Alicia (agitada): ¿Dónde estamos?


Héctor: En un bloque donde el servidor depura el sistema y borra los archivos inservibles.


Operador: siguen los sonidos de producción en serie. Pausa tensa. Pasos.


Débora: Oh, el lugar da escalofríos: desfragmentadores por todos lados: unas máquinas flotantes qué... si te atrapan...

Héctor: Es peligroso estar aquí.


Alicia: Oh...no puedo...me estoy... desvaneciendo...


Héctor: Computadora: un diagnóstico del sujeto ¡Ahora!


Voz electrónica femenina: Accediendo al sistema. Alicia Kercher. El sujeto es código azul.


Héctor: ¡Alicia, escuchame! ¡Tenés que desconectarte o morirás! ¡Tirá del enchufe!


Alicia: No...es mejor así. Lo único que él quiere...es mi cuerpo.


Voz electrónica femenina: Alerta. Desfragmentador en marcha.


Alicia; ¡Aaah!


Operador: Láser. El grito de Alicia se aleja (la atrapó el desfragmentador).


Héctor: ¡Alicia!


Débora: El sistema acaba de encerrar a Héctor en una jaula...


Operador: Golpe metálico.


Débora: ...Los barrotes se ven gruesos y la cerradura complicada. Está difícil para Héctor salir de allí y rescatar a su amada geisha.


Héctor: Computadora ¿Podés hackear la cerradura?


Voz electrónica femenina: Negativo. La encriptación excede mi capacidad.


Héctor: ¡Necesito más ancho de banda! ¡Usá la potencia de reserva y duplicá la velocidad!


Voz electrónica femenina: Ejecutando. Velocidad al máximo.


Débora: Nuestro boxeador gira como un trompo y rompe la jaula.


Operador: remolino y ¡pum!


Débora: El defragmentador acaba de dejar sobre una cinta transportador a Alicia, convertida en un... ¡paquete! Pobre geisha...


Alicia; ¿Qué ocurre?


Héctor: ¡Resistí! ¡Ya voy!


Operador: pasos rápidos.


Demetrio: ¡No irás a ningún lado!


Operador: Mordisco.


Héctor: ¡Ah!


Débora: Sí, apareció el tiburón de Demetrio y mordió al boxeador de Héctor... chau rescate.


Demetrio: Detective virtual, ¿Querés un pedazo de mí? Entonces vení conmigo.


Operador: láser. Cambiá la ambientación a estadio repleto.


Débora: Upa. Démetrio trajo a Héctor a un ring de box. La cosa se va a definir entre las cuerdas.


Operador: Pun, paf, Ah, Uh. Pin, puf, paf...etc.


Alicia: ¡Aaah!


Operador: Pun, paf, Ah, Uh. Pin, puf, paf...etc.


Alicia: ¡Aaah!


Débora: A Alicia le va mal y a Héctor peor. Esto no se ve bien.


Alicia: Te quiero campeón.


Operador: Ambientación de estadio repleto y música oriental.


Débora: Parece que la frase de Alicia animó al boxeador, que estaba en la lona y que ahora se pone de pie ante un Tiburón engreído.


Operador: Pun, paf, Ah, Uh. Pin, puf, paf...etc.


Alicia: ¡Aaah!


Operador: ¡Puuuun!


Demetrio: ¡Aaaaah!


Débora: Una buena piña de Héctor a los dientes del tiburón y el tiburón voló por los aires.


Héctor: Computadora, sacame del ring y transportame al sector depuración, ahora.


Operador: láser. Otra vez la producción en serie. Sigue la música oriental.


Alicia: ¡Aaaaah!


Héctor: Aguantá.


Débora: La pobre gheisha convertida aún en una caja, caee al abismo de la desintegración...


Alicia: ¡Aaaah!


Débora:... pero Héctor, el fornido boxeador del ciberespacio, logra tomarla justo a tiempo.


Héctor: ¡Ya te tengo! Computadora, descomprime sujeto avatar.


Operador: láser, láser, láser.


Alicia: ¡Cuidado!


Débora: Alicia, que cuelga del brazo de su boxeador, le advierte de la presencia del tiburón.


Héctor: ¡Computadora, procedimiento de emergencia! ¡Ahora!


Débora: Pero el tiburón Demetrio consigue de un mordisco...


Operador: mordisco.


Débora:... cortarle el brazo al boxeador y la pareja de enamorados cae al abismo de la desintegración.


Alicia: Adiós.


Operador: Chuic. Pausa. Plum y plaf, fritura: ¡Aaah! ¡Oooh!


Débora: En el mundo real, los cerebros de Héctor y Alicia se frieron.


Operador: Música disminuye hasta silencio.


Operador: Golpe a la puerta.

Demetrio: ¡Alicia! ¿Estás ahí? ¡Alicia!


Operador: Golpe a la puerta. Siseo ostentoso con campana, como si se abriera la puerta de un ascensor.


Voz sintética masculina: Buenas noches.


Operador: Pasos. Siseo de puerta que se cierra.

Débora: El hermoso cuerpo de Alicia, a penas cubierto con el deshabillé, yace sin vida en el sillón frente a la computadora. Aún calza el casco de realidad virtual: por uno de los costados del casco asoma un hilo de sangre que moja su mejilla.


Demetrio: ¿Alicia? ¿Alicia? ¡Oh! ¡Bien! ¡Funcionó! ¡Funcionó! ¡La zorra está muerta, pero la fiesta continúa! Ja, ja... vení nena; tengo algo para vos. Me gusta tu cuerpo, sí, sí...


Operador: Efecto de un montón de semillas de... ¿maíz? (Te dejo la legumbre a elección) que caen al suelo: es el cuerpo de Alicia que se desintegra.


Demetrio:... pero. ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué carajo pasa?! ¡Carajo! ¡Carajo!...


Operador: patada y algo que se rompe.


Demetrio: ¡No poedés hacerme esto! ¡Carajo!...(se calma e inspira profundo) Que lástima. Ja, bueno, qué se le va hacer, da igual, hay más del lugar de donde salió...


Operador: Teclado de un celular (Demetrio llama a alguien). Timbre de llamado. Dona habla desde el auricular.


Dona: ¿Hola?


Demetrio: Dona. Soy tu preferido, Demetrio.


Dona: Demetrio ¿Dónde te habías metido?


Demetrio: Escuchá, justo esta noche estoy libre.


Operador: Siseo ostentoso con campana, como si se abriera la puerta de un ascensor.


Voz sintética masculina: Buenas noches.


Operador: Siseo ostentoso con campana, como si se cerrara la puerta de un ascensor. Silencio.


Operador: Música oriental. Eco. (Volvemos al ciberespacio).


Débora: Mientras tanto, en algún lugar del ciberespacio Héctor-boxeador y Alicia-geisha se materializan....


Operador: Láser. Láser.


Héctor: Funcionó. ¡Funcionó! ¡Todo está bien! ¡Nuestros programas funcionan! ¿Cómo estás?


Alicia: De maravilla. Vi un destello de luz. ¿Qué sucedió?


Héctor: Escaneo cerebral. Un programa que desarrollé, pero que nunca lo usé hasta que te conocí.


Alicia: No volveremos a nuestros cuerpos. ¿Verdad?


Héctor: Jamás.


Operador: Música oriental que se desvanece y blues que regresa. Sacamos el eco.

Débora: Se necesita una verdadera conexión para que salte en nosotros esa chispa especial. Algunos dicen que es una ilusión; un sueño digital, pero ¿siempre es lo que parece ser?, o ¿habrá un nuevo mundo valiente en el que la gente será juzgada únicamente por la belleza de su carácter?


Operador: se desvanece el blues hasta silencio.