domingo, 6 de enero de 2019

INSTRUMENTO

Instrumento.

La historia es breve y es la historia del joven LI-309-A. Comenzó cuando LI esperaba en el astropuerto, sentado sobre la tapa de un baúl y sosteniendo con las dos manos una tasa de café, escuchaba al andro-lagarto que se paraba junto a él:
-Ciudadano LI-309-A, tenga la bondad de acompañarme. Se le requiere de inmediato en el Centro de Planificación y Proyectos. 
Bien, en ese centro, el pobre LI fue obligado a recostarse en una camilla, y en esa camilla, fue introducido a un meca-quirófano. Allí, desde los ventanales superiores, jóvenes entusiastas observaban a la cirujana droide,  seleccionar el instrumental adecuado para la intervención: bisturís, tijeras, llaves hexagonales, destornilladores y una copiosa variedad de bios-circuitos. Junto a la ciber-cirujana se erguía el robot ayudante que con sus brazos multifuncionales, realizaba cortes de precisión en la anatomía de LI. La operación duró más de lo previsto, porque hubo algunos contratiempos, aunque fueron sorteados con maestría por la cirujana-sintética y su diestro robot ayudante.
Horas más tarde, en el área de levitación, dónde las personas- embutidas en un esferotraje- experimentan la ingravidez para su descanso, un enviado, como iba diciendo, montado en una aeromoto se acercó a una pelirroja envuelta en su globo flotador.  
-Buen día -saludó el enviado- ¿es usted el complemento Amoroso Temporal del ciudadano LI-309-A?
-En efecto -contestó la muchacha, sorprendida.
-Siento interrumpir su relax levitacional, pero debe acompañarme al C.P.P, es una orden de la oficialidad.
-¡Al C.P.P! -el resto de los levitantes fijaron las miradas en la pelirroja.


Cuando llegó al C.P.P, escoltada por un droide, la joven angustiada se apretaba las manos delante de su pecho, como rogando. Lucía un largo vestido negro con grabados geométricos verdes. 
-SIR -el droide comenzó su parloteo gangoso-, el Complemento Amoroso Temporal del ciudadano LI-309-A ha hecho acto de presencia de acuerdo con la solicitud cursada # 3...A...6B...
-¿Dónde está Li? interrumpió la muchacha al droide ¡Quiero verlo ahora! -gritó nerviosa. Todos en el recinto interrumpieron sus actividades para mirarla. Incluido el SIR.
-No se excite, querida -le habló el SIR, un gordo cuarentón con muchas condecoraciones-. Haga el favor de aproximarse, señora. La oficialidad le debe una explicación por todo lo ocurrido.
 El SIR contempló a la muchacha pararse ante él.  
-Me temo que no sea aconsejable que vea a su compañero -la joven, de menor estatura que el gordo, reclinó la cabeza para mirarlo en los ojos-. Le aseguro que no lo reconocería. Hemos realizado en él un proceso de conversión físico-psíquica, encaminado a verificar una importante misión exterior.
-Entonces, ¿no volveré a verlo nunca?
-Lamentablemente no. Pero no se apure. Hay millones de hombres que sucumbiría a sus encantos.
Luego de oír esto, la muchacha le dio la espalda al SIR.
-Pues claro -continuó el gordo-. Verá. Existe un planeta llamado Tierra que controlamos desde que la vida inteligente surgió en él. Pues bien. Su nivel demográfico asciende de forma alarmante y hemos de hacer algo para aliviar el crecimiento de la población: LI es el instrumento.
La muchacha se volvió a girar y miró al SIR que le daba el perfil y continuaba con la explicación:
-Ha sido transformado en un joven terrestre a quién ha suplantado y que con el tiempo nos resolverá el problema. Por supuesto el terrestre goza de una maravillosa vida en paraíso dos, ajeno a todo lo que ocurre.
-Una última curiosidad, SIR -se animó la muchacha a preguntar- ¿Cómo se llama ahora LI en la Tierra?
-¡Oh! Es realmente un nombre gracioso -las cejas de la joven se enarcaron-. Ádolf. Ádolf Hitler.