viernes, 1 de enero de 2016

DESTINO, GENERAL.

Destino, general
Y construyó castillos en el aire
A pleno sol, con nubes de algodón.
Y convocó al duende de las cosas
Que tiene mucho que ver con el amor.
A. Cortés.
—¡Saltá, dale! ¡¿O tenés cagazo?! ¡Pendejo de mierda!
—No. No. No tengo miedo.
—Ah, bueno. ¿Sentís el viento?
—Sí. Sopla fuerte.
—Vas a ver qué bueno cuando te rosa la cara. ¡Qué sensación!
—Ud. ¿Ya saltó?
—Y a vos qué te importa. Acá, las preguntas las hago yo. Preparate para saltar.
—Sí. Si... Está lejos el fondo, carajo. ¿Qué hay allá abajo?
—No preguntes. Temblás como una hoja, pendejo. ¡Estás cagado hasta las patas! ¿He? Le tenés
miedo al fondo, ¿no?
—No. Al fondo no. Después de todo, seguro que no hay nada ahí.
—Allí te hacés mierda. Te hacés pedazos. Comida para los buitres. Y se te terminan todas esas ideas
pelotudas que tenés en la cabeza.
—Le temo a otra cosa.
—Ahora desnudate chabón. Vas a saltar en bola.
—Pero, yo...
—Sacate la ropa y no me jodas. Dale, dame el pantalón y la camisa. Los botines también. Mirá, ahí
van, todas tus pilchas. ¿Ves cómo caen? ¿Ves cómo flamean?
—Sí. Espectacular. Parecen pájaros.
—Sí, pero terminan en el fondo. ¡Y ahí las vas a ir a buscar! ¡Preparate!
—¡No necesita agarrarme! ¡Voy a saltar igual!
—Vas a saltar cuando yo te empuje. ¿Entendiste? Acá todos saltan cuando yo decido. ¡Y dejá de
temblar, carajo! ¡Lo que tenés entre las patas son huevos! ¡Sé hombre, mierda!
—Es que me da miedo. No, miedo no: vértigo, no saber si...
—Sí qué, boludo. Te hacés mierda. Se termina todo.
—Sí claro... Pero y si puedo volar.
—Ja, ja. Son todos iguales. Preguntales a los otros que están allá abajo.
—Volar...
—Chau pibe. Suerte. Y el boludo extiende los brazos. Volar es imposible. Imposible.

INSÓLITO-PEDIA.


INSÓLITO-PEDIA.

Por

Hugo Rodríguez.


ANIUCHI: etimología, de la lengua antigua, "no te veo". La característica principal de este herbívoro, cuadrúpedo y mamífero, oriundo de la Meseta ESTIANA, es su altísima capacidad de camuflaje. Gracias a que su lana reproduce con exactitud el entorno consigue un perfecto mimetismo con su medioambiente. Es imposible para el ojo humano visualizar algún ejemplar de ANIUCHI entre la escueta vegetación de la sabana. La especie, al borde de la extinción, cuenta en la actualidad con unos pocos ejemplares. Estos últimos animales están al cuidado de los ANIUCHICOS, "criadores de ANIUCHI", aldeanos de un pequeño poblado al extremo sur de ESTIANA.

No se posee registros fósiles de la especie, por lo tanto, no se ha podido datar su antigüedad. Sí se conocen, en cambio, varias leyendas y coplas. La más popular de las historias es la que narra el arribo de los invisibles ANIUCHIS a la altiplanicie ESTIÁNICA, cuando esta era una pradera verde. Los ANIUCHIS, herbívoros voraces, crecieron en número y convirtieron a la pradera en el actual desierto. Y entre las más antiguas de las coplas se cuenta con la compilada por CHINA IU, prestigiosa arqueo música de ESTIANA.


Con lana de aniuchi otra piel te tejeré

Para que nadie vea tu hermosura

Con lana de aniuchi te cubriré.

Bella y linda linda y bella sólo para mí serás.

Para que los ojos de los otros no te miren

Aniuchi te cubrirá”.


Los naturalistas no han podido estudiar la fisiología del animal, ya que rigen estrictas leyes conservacionistas rigurosamente aplicadas por el gobierno de ESTIANA. La más severa, que castiga con la pena de muerte, es aquella que prohíbe presenciar la esquila del animal. La esquila es realizada por los ANIUCHICOS una vez al año, durante la noche y en cavernas y grutas que solo ellos conocen.

De todas maneras, los naturalistas han podido inducir algunas características de la fisiología del ANIUCHI. Se conoce su envergadura que se ha deducido a partir de las huellas, en forma de pesuña, y se supone que se trataría de un camélido semejante al guanaco de OSTIANA, región lindante a ESTIANA. Se sabe de su hedor, similar al que emana el estiércol del auca azul, palmípedo originario de la meseta, y también se cuenta con grabaciones de su bufido, que algunos investigadores confundieron con el resoplo del viento en las cañadas, conocido en el país como: "canto de ANIUCHI", por su similitud con el bufido de este.

Una vez al año, durante los primeros cuatro días de noviembre, antes de la esquila, el pueblo de los ANUCHICOS  recibe la visita de innumerables turistas provenientes de latitudes variadas. Estos cuatro días que dura el festejo son, prácticamente, el único contacto que los pobladores poseen con el resto del mundo. Durante el jolgorio, los criadores visten sus galas confeccionadas con  lana de ANIUCHI: pasamontañas, abrigos, guantes y botas, permaneciendo invisibles a los ojos de los visitantes. Ese es el principal atractivo de la festividad, los desprevenidos turistas son deslumbrados por objetos que flotan, ollas y sartenes, cubiertos y platos, vasos y botellas boyan por doquier. Sillas que se descorren, puertas y ventanas que se abren solas, voces y risas sin dueños. Esta festividad del ANIUCHI ha sido declarada patrimonio cultural de ESTIANA.

Por alguna u otra razón, los aldeanos han logrado esquivar las cámaras y filmadoras de los turistas y no se cuenta con ningún registro gráfico  en los que se pueda verificar las "fantasmales proezas" de los ANIUCHICOS. Sí, se han difundido imágenes de esas características, pero todas ellas fraudulentas.

Nota: se han publicado estudios antropológicos en los que se señala la posibilidad que los ANIUCHICOS no existan, como tampoco existan los ANIUCHI. Agregan estos estudios que la aldea de los ANIUCHICOS podría tratarse de un fraude, inteligentemente elaborado por la superintendencia de la ESTIANA con el fin de crear un centro turístico atractivo y rentable. De todas maneras, estas afirmaciones científicas no han encontrado asidero ni en la comunidad de legos ni en el sentir de los turistas que año a año colman la aldea.