INSÓLITO-PEDIA.
Por
Hugo
Rodríguez.
ANIUCHI:
etimología, de la lengua antigua, "no te veo". La
característica principal de este herbívoro, cuadrúpedo y mamífero,
oriundo de la Meseta ESTIANA, es su altísima capacidad de camuflaje.
Gracias a que su lana reproduce con exactitud el entorno consigue un
perfecto mimetismo con su medioambiente. Es imposible para el ojo
humano visualizar algún ejemplar de ANIUCHI entre la escueta
vegetación de la sabana. La especie, al borde de la extinción,
cuenta en la actualidad con unos pocos ejemplares. Estos últimos
animales están al cuidado de los ANIUCHICOS, "criadores de
ANIUCHI", aldeanos de un pequeño poblado al extremo sur de
ESTIANA.
No
se posee registros fósiles de la especie, por lo tanto, no se ha
podido datar su antigüedad. Sí se conocen, en cambio, varias
leyendas y coplas. La más popular de las historias es la que narra
el arribo de los invisibles ANIUCHIS a la altiplanicie ESTIÁNICA,
cuando esta era una pradera verde. Los ANIUCHIS, herbívoros voraces,
crecieron en número y convirtieron a la pradera en el actual
desierto. Y entre las más antiguas de las coplas se cuenta con la
compilada por CHINA IU, prestigiosa arqueo música de ESTIANA.
“Con
lana de aniuchi otra piel te tejeré
Para
que nadie vea tu hermosura
Con
lana de aniuchi te cubriré.
Bella
y linda linda y bella sólo para mí serás.
Para
que los ojos de los otros no te miren
Aniuchi
te cubrirá”.
Los
naturalistas no han podido estudiar la fisiología del animal, ya que
rigen estrictas leyes conservacionistas rigurosamente aplicadas por
el gobierno de ESTIANA. La más severa, que castiga con la pena de
muerte, es aquella que prohíbe presenciar la esquila del animal. La
esquila es realizada por los ANIUCHICOS una vez al año, durante la
noche y en cavernas y grutas que solo ellos conocen.
De
todas maneras, los naturalistas han podido inducir algunas
características de la fisiología del ANIUCHI. Se conoce su
envergadura que se ha deducido a partir de las huellas, en forma de
pesuña, y se supone que se trataría de un camélido semejante al
guanaco de OSTIANA, región lindante a ESTIANA. Se sabe de su hedor,
similar al que emana el estiércol del auca azul, palmípedo
originario de la meseta, y también se cuenta con grabaciones de su
bufido, que algunos investigadores confundieron con el resoplo del
viento en las cañadas, conocido en el país como: "canto de
ANIUCHI", por su similitud con el bufido de este.
Una
vez al año, durante los primeros cuatro días de noviembre, antes de
la esquila, el pueblo de los ANUCHICOS recibe la visita de
innumerables turistas provenientes de latitudes variadas. Estos
cuatro días que dura el festejo son, prácticamente, el único
contacto que los pobladores poseen con el resto del mundo. Durante el
jolgorio, los criadores visten sus galas confeccionadas con
lana de ANIUCHI: pasamontañas, abrigos, guantes y botas,
permaneciendo invisibles a los ojos de los visitantes. Ese es el
principal atractivo de la festividad, los desprevenidos turistas son
deslumbrados por objetos que flotan, ollas y sartenes, cubiertos y
platos, vasos y botellas boyan por doquier. Sillas que se descorren,
puertas y ventanas que se abren solas, voces y risas sin dueños.
Esta festividad del ANIUCHI ha sido declarada patrimonio cultural de
ESTIANA.
Por
alguna u otra razón, los aldeanos han logrado esquivar las cámaras
y filmadoras de los turistas y no se cuenta con ningún registro
gráfico en los que se pueda verificar las "fantasmales
proezas" de los ANIUCHICOS. Sí, se han difundido imágenes de
esas características, pero todas ellas fraudulentas.
Nota:
se han publicado estudios antropológicos en los que se señala la
posibilidad que los ANIUCHICOS no existan, como tampoco existan los
ANIUCHI. Agregan estos estudios que la aldea de los ANIUCHICOS podría
tratarse de un fraude, inteligentemente elaborado por la
superintendencia de la ESTIANA con el fin de crear un centro
turístico atractivo y rentable. De todas maneras, estas afirmaciones
científicas no han encontrado asidero ni en la comunidad de legos ni
en el sentir de los turistas que año a año colman la aldea.