domingo, 4 de diciembre de 2016

LA HIJA DEL ETERNAUTA. V EL HÉROE.

LA HIJA DEL ETERNAUTA.
Por
Hugo Rodríguez.

V
EL HÉROE.

Durante el mediodía del domingo, la familia Salvo, más numerosa que nunca, compartió un almuerzo. Para la viajera Martita fue un momento cargado de una inmensa emoción, su reencuentro con sus padres, con su pasado. Todo lo que había dado por perdido, ahora lo tenía frente a sí. Era demasiado para la joven, que varias veces fue invadida por  el llanto y la congoja. Martita miraba a su familia con infinita ternura.

Su familia disfrutaba el almuerzo, pero ella no podía hacer lo mismo ya que su traje la aislaba por completo de ese sueño extraño que era el presente.
—Marta contáme un poco eso de que yo soy un... ¿Eternauta? —Le preguntó el padre, para animar  a la emocionada hija del futuro.
—Bueno. Este no es mi primer viaje por el tiempo, hice otros pero no fueron muy afortunados. Porque los científicos de la resistencia no entendían muy bien el funcionamiento de la máquina del tiempo de los 'Ellos'. En al viaje anterior a este, me asomé a un mundo llamado 'Continuum 4'. El nombre me lo dieron a conocer unos extraterrestres de ese extraño lugar, que habían escapado del dominio de los 'Ellos'. Estos extraterrestres se hacían llamar 'eternautas', viajeros de la eternidad. Ellos te conocieron y te bautizaron de igual manera y me dijeron como comenzaste una desesperada búsqueda por el espacio y el tiempo...
Martita detuvo aquí su relato, interrumpida por un hondo desaliento, que volvió a llenar sus ojos de lágrimas. Todos la contemplaron en silencio.
—Me contaron cómo, vos papá —continuó, mirando a la madre y a su otro yo del presente—, iniciaste una búsqueda de mamá y yo. También me explicaron el funcionamiento de la máquina, en realidad me lo indujeron por algo parecido a la hipnosis y así, pude retenerlo en mi memoria y al regresar a mi tiempo logré comunicárselo a mis compañeros científicos.
Elena escuchó atenta  el relato de su hija. Dudaba de lo que oía, pero no de que  Martita había sufrido.
—¿Martita —le preguntó la madre y pensó en decirle hija—, por qué te eligieron a vos para este viaje por el tiempo?
—Porque yo soy la hija de Juan Salvo. Papá allá es nuestro héroe. Él nos enseñó la manera de resistir la invasión. Así es mamá, te has casado con el salvador de una parte de la humanidad. Así es Martita —miró a su yo del presente—, debemos sentirnos orgullosas de nuestro padre.

Juan bebió un poco de vino.

FUSIÓN