LA HIJA DEL ETERNAUTA.
Por
Hugo Rodríguez.
V
EL HÉROE.
Durante el mediodía del domingo, la familia Salvo, más
numerosa que nunca, compartió un almuerzo. Para la viajera Martita fue un
momento cargado de una inmensa emoción, su reencuentro con sus padres, con su
pasado. Todo lo que había dado por perdido, ahora lo tenía frente a sí. Era
demasiado para la joven, que varias veces fue invadida por el llanto y la congoja. Martita miraba a su
familia con infinita ternura.
Su familia disfrutaba
el almuerzo, pero ella no podía hacer lo mismo ya que su traje la aislaba por
completo de ese sueño extraño que era el presente.
—Marta
contáme un poco eso de que yo soy un... ¿Eternauta? —Le preguntó el padre, para
animar a la emocionada hija del futuro.
—Bueno.
Este no es mi primer viaje por el tiempo, hice otros pero no fueron muy
afortunados. Porque los científicos de la resistencia no entendían muy bien el
funcionamiento de la máquina del tiempo de los 'Ellos'. En al viaje anterior a
este, me asomé a un mundo llamado 'Continuum 4'. El nombre me lo dieron a
conocer unos extraterrestres de ese extraño lugar, que habían escapado del
dominio de los 'Ellos'. Estos extraterrestres se hacían llamar 'eternautas',
viajeros de la eternidad. Ellos te conocieron y te bautizaron de igual manera y
me dijeron como comenzaste una desesperada búsqueda por el espacio y el
tiempo...
Martita detuvo aquí
su relato, interrumpida por un hondo desaliento, que volvió a llenar sus ojos
de lágrimas. Todos la contemplaron en silencio.
—Me
contaron cómo, vos papá —continuó, mirando a la madre y a su otro yo del
presente—, iniciaste una búsqueda de mamá y yo. También me explicaron el
funcionamiento de la máquina, en realidad me lo indujeron por algo parecido a
la hipnosis y así, pude retenerlo en mi memoria y al regresar a mi tiempo logré
comunicárselo a mis compañeros científicos.
Elena escuchó
atenta el relato de su hija. Dudaba de
lo que oía, pero no de que Martita había
sufrido.
—¿Martita
—le preguntó la madre y pensó en decirle hija—, por qué te eligieron a vos para
este viaje por el tiempo?
—Porque
yo soy la hija de Juan Salvo. Papá allá es nuestro héroe. Él nos enseñó la
manera de resistir la invasión. Así es mamá, te has casado con el salvador de
una parte de la humanidad. Así es Martita —miró a su yo del presente—, debemos
sentirnos orgullosas de nuestro padre.
Juan bebió un poco
de vino.
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