LA
REVELACIÓN.
OPERADOR: sube zumbido oscilante.
NARRADOR: Los
astronautas de Berazategui, los primeros humanos en pisar suelo marciano no salen
de su asombro: ante ellos, una enorme máquina de forma esférica palpita
como un gigantesco cerebro… y les habla…
MÁQUINA (fría, metálica, ahora cerca): —Soy la
herramienta definitiva. La máquina total, el último producto tecnológico de una
raza que había llegado a la perfección final.
MARTÍN (asombradísimo): ¡Es enorme! ¡Parece
un panal! ¡Está construido con miles de
celdas hexagonales! Y todas contienen circuitos. Es un ciber—cerebro. Formado
por miles y miles de plaquetas que funcionan como neuronas. Fascinante.
MÁQUINA (fría, metálica): —Soy la máxima
inteligencia creadora de este Universo. La diferencia entre una de sus
computadoras y yo es la misma que media entre un martillo y una nave espacial.
MARTÍN (reflexivo): —Y eso que mi PC tiene
doble núcleo y un rígido de 500 gigas.
CAPITÁN MARIANO (sereno): — ¿Qué sucedió con
la civilización que te creó?
MÁQUINA (fría, metálica): —Los seres que me
construyeron se extinguieron hace millones de vuestros años. Cuando
alcanzaron su máximo nivel de desarrollo
evolutivo, me crearon a mí. Con mi construcción se cumplió su gran objetivo
existencial. Y ya no les quedó una meta superior. Entonces decidieron
extinguirse.
CAPITÁN MARIANO (reflexivo): — Si sos la
máxima inteligencia en este Universo, ¿Entonces, tus poderes son infinitos?
MÁQUINA (fría, metálica): —Puedo lograrlo todo.
CAPITÁN MARIANO (seguro): — ¿Podés contestar todas
nuestras preguntas?
MÁQUINA (fría, metálica): —No tengo
inconveniente en responderles.
MARTÍN (deseoso): —Mariano, digo capitán, preguntale
¿cuándo vuelve River a primera?
CAPITÁN MARIANO (regañando): — ¡Tonto!
CAPITÁN MARIANO (sereno): — ¿Podés responder a
nuestras dudas existenciales?
MARCIA (interrumpiendo y entusiasta): —Si, si
¿Soy yo la más linda del Universo?
CAPITÁN MARIANO (regañando): ¡Marcia!
CAPITÁN MARIANO (sereno): — ¿Podés responder
de dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Por qué existimos? ¿Cuál es nuestro
destino?
MÁQUINA (fría y metálica): —Contestaré todas
sus preguntas, pero a cambio de una cosa: solo una falla cometieron mis constructores.
Un error infinitesimal.
MARCIA (en baja voz): —in—fi—ni—te—si… ¿qué?
MARTÍN (latoso): —Es una pequeña fracción
de...
CAPITÁN MARIANO (interrumpe regañando): —
¡Marcia! ¡Martín! ¡Basta!
MÁQUINA (fría, metálica): —Uno de los
elementos del sistema maestro de reparación autónoma era defectuoso. En el
interior de su bolsa de instrumental biológico encontrarán el repuesto que
necesito. Es una caja hexagonal que contiene un microprocesador.
CAPITÁN MARIANO (asombrado): — ¡La caja
hexagonal!
MARTÍN (asombrado): — ¡Es increíble! ¿Cómo
sabía que la traíamos? La sacaré de mi mochila.
CAPITÁN MARIANO (confundido): — ¿Cómo podés
conocer todo sobre nosotros?
MÁQUINA (fría metálica): —No existe un solo
detalle de la historia de su raza que no esté almacenado en mi memoria. Los he
estado vigilando desde el comienzo de los tiempos. Segundo tras segundo.
Milenio por milenio.
MARCIA (algo molesta): — ¡Qué chusma! ¡Qué
metida! ¡¿Por qué nos espiás?!
MARTÍN (susurrando): —Aquí está la caja,
Mariano, e, capitán.
MÁQUINA (fría, metálica): —En este panel de
circuitos que titila encontrarán el lugar donde colocar el componente
electrónico.
OPERADOR: señal sonora.
CAPITÁN MARIANO: —Dame Martín, yo colocaré el
circuito.
OPERADOR: pasos.
MARCIA (tensa): —Cuidado, Mariano.
MARTÍN (épico): —Cuidado, capitán.
CAPITÁN MARIANO (asombrado): —listo. Calzó
perfecto.
OPERADOR: cesa señal sonora.
CAPITÁN MARIANO: —Bien, ya hemos cumplido
nuestra parte. Te toca a vos responder nuestras preguntas. ¿Cuál es el
verdadero origen de la vida? ¿Para qué hemos sido creados? ¿Cuál es el objetivo
de nuestra raza?
MÁQUINA (fría, metálica): — ¿Es que todavía no
lo has comprendido? Yo soy el origen de todas las cosas en este Universo. En
cuanto al objetivo de su existencia, ya ha sido cumplido: necesitaba que
alguien fabricara ese procesador hexagonal.
OPERADOR: Bajá zumbido oscilante. Hasta
silencio.
Fin.
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